Cada año, el 16 de septiembre, celebramos el Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono. Este importante día fue establecido por las Naciones Unidas para concienciar sobre el papel crucial que desempeña la capa de ozono en la protección de la vida en la Tierra. La capa de ozono, que actúa como un escudo contra los dañinos rayos ultravioleta del sol, se ha ido recuperando lentamente gracias a esfuerzos globales como el Protocolo de Montreal. ¡Pero el trabajo aún no ha terminado! En esta publicación, exploraremos por qué la capa de ozono es tan vital, cómo el turismo puede impactarla y qué podemos hacer cada uno de nosotros para protegerla.
1. ¿Qué es la capa de ozono y por qué es importante?
La capa de ozono es una franja de gas ozono (O₃) ubicada en la estratósfera, que actúa como un escudo protector contra los dañinos rayos ultravioleta (UV) del sol. Sin esta capa, los rayos UV llegarían directamente a la Tierra, causando graves daños a los seres vivos, tales como:
- Un aumento drástico en los casos de cáncer de piel y cataratas.
- Daños en el ADN de plantas y animales.
- Afectación a los ecosistemas marinos, ya que los rayos UV pueden destruir el fitoplancton, la base de la cadena alimentaria oceánica.
- Impacto negativo en la producción agrícola.
2. ¿Cuándo y por qué se estableció este día?
El Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono se celebra cada año el 16 de septiembre. Fue instituido por las Naciones Unidas en 1994 para conmemorar la firma del Protocolo de Montreal en 1987, que logró un compromiso global para eliminar gradualmente las sustancias que dañan la capa de ozono. Este día destaca la importancia de proteger esta barrera esencial para la vida.
3. ¿Cómo puede tener un impacto negativo el turismo?
El turismo puede impactar negativamente la capa de ozono de varias maneras:
- Uso de productos con CFCs: Aunque están prohibidos en muchos lugares, algunos productos antiguos o importados aún contienen clorofluorocarbonos (CFCs), que son sustancias destructoras del ozono. Ejemplos de productos que solían contener CFCs incluyen refrigeradores antiguos, sistemas de aire acondicionado, extintores de incendios, sprays de limpieza industrial y algunos aerosoles como lacas para el cabello o desodorantes.
- Aumento de las emisiones de CO₂: Los viajes aéreos, los cruceros y los medios de transporte que queman combustibles fósiles emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático y afecta indirectamente la recuperación de la capa de ozono.
- Consumo energético elevado: Resorts y hoteles que no adoptan prácticas sostenibles usan energía derivada de combustibles fósiles, contribuyendo a la contaminación y al agotamiento de la atmósfera.
4. ¿Qué pueden hacer las personas normales para ayudar a proteger la capa de ozono?
Aquí algunos pasos sencillos que las personas pueden tomar para ayudar:
- Usar productos libres de CFCs: Revisa las etiquetas y evita productos que puedan contener gases dañinos. Opta por alternativas más ecológicas.
- Optar por transporte sostenible: Caminar, usar bicicletas o transporte público ayuda a reducir tu huella de carbono.
- Apoyar el turismo sostenible: Busca destinos y alojamientos que promuevan prácticas ecológicas, como el uso de energías renovables y el respeto por la naturaleza.
- Ahorrar energía: Usa bombillas de bajo consumo, apaga los dispositivos cuando no los uses, y ajusta el uso de aire acondicionado o calefacción para reducir el consumo energético.